Quizás Aurora no saque las mejores notas y sea la oveja negra de la familia, pero definitivamente no es tonta. Con trece años, tiene una forma peculiar de observar y enfrentarse con su entorno; su familia, los chicos, su profesor de francés y con ella misma también. Desafiante y siempre rebelde, Aurora explora los límites de una nueva etapa que le ofrece retos y problemas de otra magnitud. Sus padres se plantean llevarla a un internado por su mal comportamiento, su mejor amiga la abandona, pero, a su vez, el chico que tanto admira le ofrece cantar en su banda de rock.